de lo infinito, que considero que debemos de recuperar en nuestras predicaciones.”3 Casi a finales del siglo XX, la necesidad de recuperación es diez veces mayor. Tampoco estoy proponiendo alguna forma de preocupación artística elitista con imponderables filosóficos o intelectuales. Hay cierto tipo de personas que gravitan a los cultos de alta liturgia, porque no toleran el “palmoteo” de la adoración evangélica. Spurgeon fue todo, menos un intelectual elitista. Casi no ha habido Pastor de mayor agrado
Page 21